Estos avances metodológicos y conceptuales permiten un manejo más preciso y eficaz de diversos problemas relacionados con el funcionamiento del recto y del ano como la pérdida de continencia, el estreñimiento, o los cuadros raros de dolor que no se corresponden con lesiones objetivables.
No hay que olvidar, sin embargo, que pese a disponer de estas pruebas funcionales, los resultados serán poco válidos si detrás de ellas no se encuentra un explorador experto, que comprenda perfectamente la fisiopatología de la región rectoanal y que siga una sistemática de estudio que no deje de lado conceptos tan importantes como escuchar y explorar al paciente.
Tanto en el caso del ESTREÑIMIENTO como en la INCONTINENCIA, el diagnóstico preciso del tipo de afección es fundamental para que el tratamiento indicado sea efectivo y se obtenga el resultado esperado.
Una gran parte de los casos de estreñimiento tienen un componente de dificultad de expulsión de heces debido a una mala coordinación de los esfínteres durante la maniobra defecatoria. En estos casos, el uso de laxantes o fibra tiene poca utilidad.
La reeducación mediante técnicas de biofeedback se ha mostrado como el método más efectivo para la corrección de este defecto expulsivo. Es por esto que si se detecta este problema en un paciente candidato a cirugía anal (hemorroides, fisura, fístula, etc.) entra en nuestro protocolo de actuación el corregir este defecto antes de la intervención con objeto de mejorar el dolor postoperatorio que genera la defecación en este tipo de cirugía.
Cuando el problema es la pérdida de continencia, una correcta regulación dietética acompañada o no de tratamiento farmacológico es nuestro primer escalón de tratamiento.
La rehabilitación de los músculos del esfínter anal y del suelo de la pelvis mediante biofeedback es la técnica conservadora más ampliamente utilizada para mejorar la continencia, bien sola o como complemento de la cirugía cuando esta sea requerida.